¿Cuáles son las implicaciones de la aprobación de uso de emergencia de fármacos contra la COVID-19?

Las implicaciones de la aprobación de vacunas y medicamentos de emergencia.

Nelly Toche


En México han sido autorizadas para su uso de emergencia ocho vacunas y dos fármacos contra Covid-19. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó por primera vez la vacuna Pfizer-BioNTech, en diciembre del 2020 y a partir de ahí se integraron AstraZeneca, Sputnik V, Sinovac, Cansino Biologics, Covaxin, Janssen y Moderna.
Recientemente, el 7 y 14 de enero de 2022 se unieron a la lista dos medicamentos antivirales de uso intencionado para tratamiento contra COVID-19, molnupiravir, elaborado por Merck y Paxlovid, elaborado por Pfizer.
El primer medicamento1 está destinado para atender pacientes con COVID-19 leve o moderado, y con alto riesgo de complicaciones. La autorización para uso de emergencia se emitió de manera controlada y requiere prescripción médica, considerando las acotaciones detalladas en el oficio de autorización para evitar mal uso de este medicamento, la automedicación y su venta irregular.
El segundo2 se trata de una pastilla anticovid que combina nirmatrelvir y ritonavir, será destinado para atender pacientes adultos con COVID-19 leve o moderado y con riesgo de complicaciones. La autorización de igual manera se emitió para su uso de manera controlada y requiere prescripción médica.
Estos se aplicarán conforme el gobierno federal decida una vez que se adquieran. De acuerdo con el secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, ya están en pláticas con las farmacéuticas, “somos el primer país de América Latina que autoriza estos medicamentos; por lo tanto, vamos a tener la posibilidad de tener primero estos medicamentos en México”.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell detalló en la conferencia de prensa matutina del 18 de enero que será, al igual que la vacunación, un programa del gobierno de México para que estos medicamentos lleguen a las personas que tengan una indicación de uso.


¿Cómo es que se logró el uso de emergencia durante la pandemia?
De entrada la Dra. Adela Alba Leonel, académica de la división de estudios de posgrado de la facultad de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica a Medscape En Español que antes de la comercialización de cualquier medicamento o vacuna, se debe pasar por una evaluación de seguridad, eficacia y calidad, sin embargo
1 https://www.gob.mx/cofepris/articulos/cofepris-autoriza-tratamiento-oral-para-covid-19-en-uso-de-emergencia-controlada?idiom=es
2 https://www.gob.mx/cofepris/articulos/segundo-tratamiento-oral-para-covid-19-autorizado-para-uso-de-emergencia-controlada?state=published
como ahora estamos viviendo una emergencia sanitaria por la pandemia de SARS-CoV-2, las instancias reguladoras como la Food and Drug Administration (FDA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o Cofepris en México, también tienen la facultad para que medicamentos o vacunas logren la autorización, ya que se reconoce la gravedad o emergencia de salud pública.
Dijo que es importante que a pesar de este estatus siempre se haga una evaluación de seguridad y eficacia, “aunque se evalúan mucho más rápido, pasan por un proceso, para no poner en peligro la vida de quienes van a recibir medicamentos o vacunas”. El Dr. Fabián Llorens Torres, especialista en medicina farmacéutica y presidente fundador de la Asociación de Profesionales Especialistas de Investigación Clínica A.C. (APEIC), coincide y agrega que el uso de emergencia lo empezamos a ver en este periodo con las vacunas porque ya habían demostrado su efectividad y su desarrollo estaba debidamente fundamentado en prevenir y combatir la infección por el coronavirus, de ahí su autorización de emergencia.
Recordó que el uso de medicamentos, vacunas y todos los recursos para la salud en condiciones normales tienen que pasar un filtro largo y exigente para demostrar eficacia y seguridad. “México es uno de los países de Latinoamérica, junto con Brasil y Colombia, con más exigencia para la comercialización de medicamentos y sus registros”.
Detalló que, bajo condiciones muy especiales, cuando no se puede someter a esos procesos de análisis y revisión un expediente de registro –porque es necesario disponer del recurso–, es que existe de acuerdo con la política de salud en el país, un modelo o personalidad para productos que tienen ya un enfoque claro, con cierto sustento científico para ser utilizado, pero que no hay tiempo para hacer lo que regularmente se haría.
La Dra. Alba Leonel, recuerda que el proceso regulatorio consta de cinco etapas. La primera de investigación básica, donde la industria farmacéutica evalúa todas las moléculas existentes que pueden ser 10,000 o más, donde a lo largo de aproximadamente 5 años buscan si estas nuevas moléculas sirven para determinada enfermedad.
Posteriormente, con la selección se hace la investigación preclínica con 30 a 250 moléculas, estas pruebas se realizan en animales y se va evaluando la eficacia, seguridad y calidad de los medicamentos. En tercera fase de la investigación clínica, que dura entre 6 y 8 años, ya es la evaluación de un número reducido de compuestos, se hace en humanos y en tres fases.
En la primera se incluye un número reducido de personas y en un ambiente totalmente controlado, en la fase dos se tienen cientos de personas con distintas patologías y grupos de edad, siempre probados en adolescentes y adultos, nunca en niños, mujeres embarazadas y adultos mayores. Para la fase tres ya se aplica a más de 3,000 personas es decir, a la población a la cual va a estar dirigido el medicamento o vacuna.
Con ello concluido, se puede empezar a través de las agencias reguladoras, a buscar la autorización del medicamento o vacuna, que en promedio dura dos años, para la última etapa, una vez que se tiene el número de registro para poder comercializar, vendría la vigilancia continua.
El Dr. Llorens Torres agrega que estos medicamentos que hoy son de uso de emergencia se espera pasen a un estatus regular, por ejemplo, la vacuna de Pfizer comenzó con autorización de uso de emergencia, pero dado el soporte científico que ya acumuló y que logró demostrar su eficacia y seguridad, ya se convirtió en un producto autorizado de uso regular por algunas autoridades sanitarias, aunque esto no ha sucedido en México todavía.
“Desde el punto de vista práctico, lo que cambia es que el producto recibe un registro sanitario e información para prescribir, así deja de ser de uso exclusivo del sector salud a través de los institutos públicos, que son quienes administran esos recursos con un manejo muy específico”, como sucede en México actualmente con las vacunas aprobadas para su uso de emergencia.


¿Cómo se consigue la evidencia para la aprobación de uso de emergencia?
El químico farmacobiólogo, Darwin Salinas, explica a Medscape en Español que la política sobre el uso de emergencia se va escalando de manera internacional, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud va emitiendo comunicados sobre la eficacia de un producto, después los países directamente con sus autoridades sanitarias son quienes deciden si hacen o no uso de dichos productos, en forma de emergencia o con uso autorizado.
Dijo que para un uso de emergencia, ya sea de medicamento o vacunas, se necesita que esté al menos en fase III, ya que en esta etapa ya se ha visto un cierto número de pacientes donde se ha demostrado que hay un mayor número de beneficios que riesgos.
Para el caso de México, la Cofepris ha tomado de alguna manera lo que la FDA y la EMA aprueban por ser instituciones con gran capacidad tanto instalada como de personal para la toma de decisiones, incluso hay acuerdos de reconocimiento que facilitan el poder llegar con nuevos recursos al terreno mexicano.
México desde 2021 es un miembro del Consejo Internacional de Armonización (ICH), un organismo internacional que actualmente cuenta con 18 miembros, incluidos la FDA y la EMA (que son los más altos estándares en este momento), con 35 observadores, que conjuntan guías regulatorias y marcan cómo proceder.
“Esto implica que México como país estará alineado a estándares internacionales, lo que abre muchas puertas para la toma de decisiones, pero también se genera reciprocidad por loque cualquier producto que se apruebe aquí en México, las agencias pertenecientes también lo pueden adoptar sin ningún escrutinio más allá”. Esto en términos generales agiliza el esfuerzo por obtener medicamentos y vacunas que apoyen a la población.
Salinas agrega que el propósito de este organismo es estandarizar la manera de armar el expediente de registro, de estudios clínicos, preclínicos, la farmacovigilancia y todos los elementos que demuestran eficacia y seguridad de un recurso terapéutico. “La idea es que el mundo se mueva bajo ese estándar”.


Farmacovigilancia, un punto clave para medicamentos de emergencia
El Dr. Llorens Torres asegura que tanto en el esquema de emergencia o de uso regular, un elemento fundamental para seguir evaluando y conociendo el potencial que tiene un medicamento en cuanto a su eficacia y seguridad es la farmacovigilancia.
Dijo que aunque es algo en lo que los gobiernos a través de sus autoridades regulatorias deben estar muy pendientes, quienes también deben de ser protagonistas son los ciudadanos, “se debe sensibilizar a la población igual que a la comunidad médica para reportar todo evento adverso asociado al uso de medicamento o vacuna”.
“Es un punto fundamental porque no hay una cultura del reporte de eventos adversos, los médicos no estamos tan inclinados a reportar y tampoco es un procedimiento muy sencillo en algunos caos, por ello hace falta, por un lado sensibilizar y hacer más accesibles los métodos de reporte para poder incrementar realmente el conocimiento acerca de los nuevos medicamentos”. Durante la pandemia la Cofepris puso a disposición del personal médico y población en general un correo para realizar una denuncia sanitaria a través de la página gob.mx/cofepris.
La Dra. Alba Leonel concuerda en que en el uso de emergencia debe haber un especial seguimiento, “para que en cualquier momento que se evalúe que no es del todo seguro o eficaz el producto, lo que se hace es retirar del mercado”, por eso toda vacuna y medicamento tiene número de fabricación, por ejemplo, cuando ahora vamos por el biológico nos dicen la marca de la vacuna y el lote.
Esta es otra razón por la que solo los usa el personal de salud en hospitales, no son medicamentos de uso comercial. Con una etiqueta de uso de emergencia todo el personal, sobre todo el gobierno, tiene la obligación de llevar una vigilancia estrecha de los pacientes donde se administró un medicamento o vacuna.
A pesar de que los medicamentos y vacunas ya estén en circulación con etiqueta de emergencia, los especialistas coinciden en que nada está terminado, pues las agencias regulatorias deben realizar evaluaciones de lo que se está publicando, la información que está saliendo y en una reunión de expertos se evalúa la necesidad de continuar o retirar el biológico o vacuna.
Otro escenario cercano es que con los estudios clínicos que se llevan a cabo, resultados y evidencias, muy probablemente en 12 o 18 meses empezaremos a ver cómo se incrementa el número de recursos que pasaran a un estatus regular y con ello cambiará la forma de distribuir y adquirir tanto vacunas como medicamentos.
-O-o-O-
El Dr. Fabián Llorens Torres, actualmente se desempeña como director de Operaciones en el Instituto Edufarm. Darwin Salinas es gerente de farmacovigilancia de instituto Edufarm. la Dra. Adela Alba Leonel no presenta conflicto de interés alguno.